Para mujeres que cargan con demasiado, se exigen en silencio y han aprendido a callarse para no perder a los demás.
Te acompaño a poner límites, calmar tu ansiedad y reconectar contigo.
Siempre estás resolviendo, pensando en lo siguiente, aprovechando cada minuto para cumplir con algo. Pero por dentro estás agotada.
Solo quiero llegar a casa y no sentir que tengo que «aprovechar el rato» haciendo algo productivo. Quiero descansar sin sentirme culpable.
Estás cansada de sentir que no eres suficiente: menos interesante, menos divertida, menos válida. Quisieras dejar de vivir con esa sensación de no estar a la altura, y empezar a valorarte por quién eres, no por lo que haces o cómo te ven.
Ojalá pudiera creerme lo que valgo de verdad.
Llevas tanto tiempo adaptándote, cuidando y complaciendo, que ya no sabes bien qué sientes, qué quieres o qué necesitas. Te gustaría poder escucharte sin estar tan pendiente de lo que los demás esperan de ti.
Me pregunto qué me apetece o qué necesito… y muchas veces no sé qué responder.
Te gustaría poder decir “no puedo” o “esto no me hace bien” sin sentir que vas a herir a alguien o que te dejarán de querer.
Me encantaría dejar de justificarme tanto, poder decir “no” sin tener que escribir un párrafo explicando por qué.
Durante años, yo también creí que tenía que poder con todo, pero por dentro vivía agotada, desconectada de mi y con un miedo constante a decepcionar o no estar a la altura. Mi camino como mujer y como psicóloga ha estado marcado por el deseo de comprenderme, cuidarme y aprender a sostenerme sin exigencias. Y ese mismo camino, es el que hoy me permite acompañar a otras mujeres.
Soy Psicóloga General Sanitaria (col. núm. 24785), con más de 8 años de experiencia acompañando procesos desde una mirada integradora, especializada en trauma, vínculos, apego, duelo, autoestima y ansiedad.
Hoy acompaño a mujeres que sienten que ya no pueden más: agotadas, exigidas y desconectadas de sí mismas, a volver a ellas.
Porque sanar es volver a ti
Un espacio seguro, cercano y sin juicio donde poder soltar lo que cargas y volver a ti.
A través de un enfoque integrador y respetuoso, te ayudo a entender lo que te pasa, poner límites desde el amor propio, calmar tu ansiedad y recuperar esa parte de ti que dejaste atrás para sobrevivir.
A veces, escucharte en otras, también te ayuda a escucharte a ti.
Grupos reducidos y cuidados donde compartir lo que te pasa sin miedo a ser juzgada.
Un espacio cálido, donde no tienes que ser fuerte ni tenerlo todo claro. Solo llegar, compartir y sentirte menos sola.
Justamente por eso. Porque llevas demasiado tiempo ocupándote de todo y de todos, menos de ti. Elegirte no es dejar de querer a los demás, es empezar a quererte a ti también. Tu espacio no es un lujo, es una forma de empezar a volver a ti.
Y es comprensible. Pero sanar no es volver allí, sino entender desde dónde viene lo que hoy aún te pesa. Aquí iremos a tu ritmo, con cuidado y con respeto. Tu historia no se fuerza, se acompaña. Y yo estaré a tu lado para sostenerla contigo.
Lo entiendo. Quizá lo has intentado otras veces y sentiste que no conectabas. Este espacio es diferente: caminamos desde tu ritmo, tu historia y lo que tú necesitas. No se trata de “encajar”, sino de que te sientas acompañada de verdad.
Aquí no tienes que explicarlo todo perfecto ni de golpe. Irás a tu ritmo, con alguien que no te juzga ni te fuerza. Solo te acompaño con respeto y cuidado, para que puedas ser tú, con todo lo que traes, incluso con lo que aún no sabes poner en palabras.
Puedes aprender a calmar esa voz exigente, hablarte con más compasión y empezar a valorarte por quién eres, no por cuánto haces.
Poner límites no es egoísmo, es empezar a cuidarte. Puedes empezar a priorizarte sin dejar de ser tú.
Comprender ese miedo es el primer paso para dejar de vivir en alerta. Puedes aprender a estar contigo sin ansiedad, y sentirte segura también en tu propia compañía
Para empezar, ofrezco una primera sesión a un precio reducido.
Está pensada para que puedas contarme con calma qué te está pasando, yo te escuche con atención y te explique cómo lo veo y cómo podríamos trabajar juntas.
Así podrás valorar si mi manera de acompañarte te encaja y si te sientes a gusto conmigo en terapia.
Cada sesión tiene una duración de 1h, tanto la primera como las de seguimiento.
La frecuencia puede ser semanal, quincenal u otra, dependiendo de tus necesidades y lo acordamos en sesión.
Sí, la terapia online funciona. Lo importante no es el lugar, sino el vínculo que construimos.
A través de la pantalla también se puede crear un espacio cálido, seguro y transformador.
Solo necesitas un rato para ti y un lugar tranquilo. Yo me encargo de acompañarte.
Suelo usar Google Meet.
Sin embargo, hay pacientes que prefieren Zoom o una videollamada de whatsapp y no hay problema. Me puedo adaptar a la que te resulte más cómoda.
Puedes realizar el pago por bizum o a través de transferencia bancaria en España.
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